Ya sólo queda un mes para que Assassin’s Creed 4: Black Flag esté en las tiendas y en nuestras casas, hemos tenido la oportunidad de probar la versión casi final del juego y a continuación os dejamos nuestras impresiones.
Esta entrega de la saga está ambientada en 1715, la Edad de Oro de la piratería y en este marco histórico se encuentra Edward Kenway, protagonista del título. Como se podía esperar del equipo de desarrollo de Assassin’s Creed, encontraremos tanto personajes como eventos históricos; piratas como Barbanegra, Black Bart, Calico Jack o Benjamin Hornigold entre otros y eventos como el naufragio masivo de la armada española de 1715, el nacimiento de la República Pirata en 1716 o el asalto de Barbanegra a Charlestown en 1718.
Sin embargo, difiriendo con la exactitud histórica habitual, las banderas de los barcos españoles serán actuales, en lugar de las de la época con la típica Cruz de Borgoña, según nos expusieron los desarrolladores, ha sido para poder identificar mejor a los barcos españoles.
La partida que jugamos estaba al inicio de la aventura, concretamente en la Secuencia 2, Edward aún no conocía a los Asesinos y en la primera misión a la que se podía acceder conocía a Adwalé, el que será a partir de ese momento, su primer oficial en el barco.
En cuanto a la jugabilidad, manejando a Edward, no se encontrará demasiada diferencia con respecto a Connor, el protagonista de la tercera entrega, los movimientos se realizarán de la misma manera, el combate se basará en los mismos botones que su antecesor, etc. Aunque sí es verdad que sus movimientos en combate serán distintos, ya que lucha como un pirata, no como un indio, utilizando sus dos espadas y sus cuatro pistolas, además de la hoja oculta habitual, para ser letal. Como novedad, utilizando un arma a distancia, podremos apuntar libremente utilizando el botón L2/LT/ZL aunque podremos seguir fijando el blanco y disparando con el botón triángulo/Y/X sin necesidad de apuntar.
Manejando el Jackdaw, barco de Edward, sí encontramos más novedades. En primer lugar, podremos dejar el timón en cualquier momento, siempre se dé la orden de parada completa, al ser un mapeado tan grande, se ha añadido una nueva velocidad al barco, para que sea más rápido recorrerlo, la cámara se alejará de Edward y veremos el barco completo, pero a esta alta velocidad no se nos permitirá disparar y las maniobras serán muy lentas. En los combates navales podremos dirigir nuestras armas, más altas o más bajas según dónde y a quién se quiera apuntar. Se podrá también abordar cualquier barco, siempre que consigamos detenerlo y no hundirlo.
A pesar de todo, tal vez se hagan un poco largos los viajes al inicio, ya que el mapeado es inmenso y hasta que no vayamos desbloqueando atalayas y sus puntos de desplazamiento rápido asociados puede que los viajes acaben desesperándonos, esto nos animará a explorar el mapa lo antes posible para desbloquear esos desplazamientos rápidos y que los viajes sean más rápidos. También se podría hacer pesado el regreso a nuestro barco desde las islas, pero en este caso, en la mayoría de ellas, podremos encontrar una barca que nos servirá de desplazamiento al barco, eso sí, si no la encontramos o nos tiramos al mar a explorar, tendremos que volver a nado.
Como novedad, durante nuestros viajes, podremos hacer que nuestra tripulación cante canciones de mar, de las cuales habrá muchas para desbloquear. Son el símil de las hojas de Benjamin Franklin en Assasin’s Creed 3, encontraremos una partitura en un lugar y comenzará a llevársela el viento y habrá que ir detrás de ella hasta alcanzarla. También encontraremos restos de barcos con recursos y naúfragos que podremos recoger simplemente pulsando un botón.
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Graficamente, este Assassin’s Creed luce como ninguno, aunque lo probamos en PS4, por lo que no sabemos si en la actual generación será igual. El agua es lo que más nos sorprendió, la calidad gráfica del líquido elemento parece completamente real, se observan cambios en la coloración según la profundidad, transparencias en lugares con buena visibilidad y olas más reales. El entorno de las islas se ha recreado perfectamente, con animales típicos de la zona y vegetación exuberante como islas del Caribe que son y con movimientos reales y acorde con la climatología, que de nuevo será variable y en tiempo real. Decir tiene que no hemos detectado nada de “popping”, algo bastante típico en los juegos de la saga por la cantidad de personajes en pantalla.
Pudimos “catar” la caza con arpón de varios tiburones martillo, un minijuego muy interesante que nos ayudará a conseguir recursos, los tiburones martillo que cazamos nos parecieron demasiado grandes y gordos para lo que suelen ser, aunque esperamos que otras especies sean más realistas, nos acercamos a un tiburón toro pero al final decidimos dejarle vivir.
Por desgracia, al ser el inicio de la aventura, aún no estaba desbloqueada la campana de buceo, por lo que no pudimos ver como luce el mundo de Assassin’s Creed 4: Black Flag bajo el agua.
El juego estaba en inglés, ya que no era la versión final, pero aún así, los soldados españoles hablaban perfecto castellano, eso sí, las cinemáticas estaban dobladas y podemos decir que las pocas que vimos fueron excelentes.
El menú ha sido completamente rediseñado, pero sigue ofreciendo las mismas prestaciones además de añadir algunas nuevas, como los retos de Abstergo, que puede que desbloquee coleccionables fuera del Animus. También aparece en el menú el logo de Initiates, por lo que la web www.acinitiates.com actualmente en alpha cerrada estará muy relacionada con el juego.
En cualquier momento también, tenemos la opción de salir del Animus, y nos encontraremos en las oficinas de Abstergo. Ahora la cámara cambia a primera persona, al igual que Assassin’s Creed: Revelations, somos uno de los empleados de Abstergo y estamos utilizando los recuerdos de Desmond. Tendremos nuestro propio sitio donde estará nuestro ordenador y gafas de realidad virtual del Animus (sí, ahora son unas gafas) un hueco para estatuíllas coleccionables y en las estanterías se podrán observar libros de Assassin’s Creed, como Forsaken o The Fall, juegos de Assassin’s Creed 3 y Liberation, también se podrán encontrar posters de promoción de Edward y de Aveline. En nuestra oficina encontraremos a otros empleados, también en sus Animus y con sus sitios y estatuillas y podremos recorrer todo el edificio, al inicio solo podremos visitar la planta de nuestro sitio y el hall pero habrá muchas puertas bloqueadas que se irán desbloqueando a medida que avancemos. Y no sólo habrá coleccionables en la aventura con Edward, fuera del Animus deberemos encontrar códigos bidi entre otras cosas que le darán a la aventura más horas de juego.
En definitiva, estas horas probando Assassin’s Creed 4: Black Flag nos han hecho que querer exprimirlo al 100% cuanto antes, será el Assassin’s Creed más grande y completo hasta la fecha y seguro que no decepcionará a los fans ni a casi nadie.