Reseña

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Assassin’s Creed Underworld es la octava novela de la saga escrita por Oliver Bowden y editada como siempre en España por La Esfera de los Libros, en ella relatará la historia de Jayadeep Mir, hijo del gran Asesino indio Arbaaz Mir, protagonista que los jugadores del videojuego conocerán como Henry Green. Además de él, el coprotagonista de la novela es Ethan Frye, padre de los gemelos Evie y Jacob, personajes principales del videojuego Assassin’s Creed Syndicate y Frederick Abberline, policía de Londres en el videojuego. La historia comienza con un desafortunado asesinato por parte de Ethan que genera una serie de acontecimientos no previstos, pero el desarrollo de la novela va haciendo saltos en el tiempo, por lo que los flashbacks serán muy importantes, se conocerá la juventud de Jayadeep en La India y cómo acaba en Londres con otro nombre, Bharat Singh y apodado El Fantasma, que se infiltrará en la Orden de los Templarios por orden de Ethan para impedir que se hagan con un poderoso Fragmento del Edén. Las últimas páginas del libro corresponderán a la historia del videojuego, muy resumida, desde el punto de vista de Evie Frye.

La narrativa que utiliza el autor es lo suficientemente descriptiva para que el lector se haga una perfecta idea de los escenarios y personajes pero no excesiva para dejar algo a su imaginación y que no sea muy tediosa. Los momentos de acción están muy bien estructurados para que el lector sienta la intensidad de cada momento, describiendo los movimientos y golpes con detalle. Los diálogos son abundantes, recurso que ayuda a entender muy bien las escenas y pensamientos de los personajes.

Este libro es el primero en el que el personaje principal es un Asesino no protagonista de los videojuegos, ya que tanto Ezio como Altair o Edward lo eran y Haytham y Elise eran Templarios, y es un auténtico placer observar en la lectura cómo actúan los Asesinos, primará la intriga de la historia, pero, a diferencia de los anteriores, la infiltración juega un papel muy importante en esta novela, como lo hace en los videojuegos, y se puede decir que El Fantasma es un auténtico Asesino que utiliza el sigilo, la infiltración y la investigación como un auténtico maestro. Además, varios capítulos se centran en el policía Frederick Abberline y su investigación del asesinato del inicio de la novela y cómo esto le pondrá en apuros con los Templarios, aunque algo más secundaria, es una historia muy interesante que le da viveza a la obra al no centrarse exclusivamente en Jayadeep.

Como se dijo anteriormente, las últimas páginas del libro están dedicadas a resumir, y mucho, la historia del videojuego, un recurso poco acertado ya que corta el ritmo de la historia, en teoría terminada y esperando un epílogo, para comenzar otra, muy arbitraria y superflua con los gemelos Frye que bien se podría haber obviado. A mi parecer, no es una buena manera de disfrutar de Jacob e Evie Frye, sobre todo del primero que casi ni aparece, lo mejor para el lector será saltarse estas 100 páginas e ir al epílogo y conocer a los gemelos en el videojuego.

Pero esté pequeño bache no significa que esta novela no merezca la pena, cualquier fan de la saga se deleitará con las aventuras de Henry Green, infiltración, suspense, combates, investigación y mucho más, y comprenderá su posición en Assassin’s Creed Syndicate.

Al final del libro, como es habitual en todas las novelas de Assassin’s Creed, hay una relación de personajes para que si el lector en algún momento no recuerda uno, pueda relacionarlo fácilmente.

La traducción es intachable, ya en el anterior volumen cambió la traductora de las primeras 6 novelas pero el testigo recogido no disminuye la calidad de la traducción, exceptuando algunos términos de la franquicia, la asignatura pendiente de todos los traductores, aunque en este caso, la única pega que se le puede poner es la traducción de la banda de Jacob, “The Rooks” que en vez de dejarlo sin traducir como en el videojuego, lo traduce como “Las Torres”, mala traducción ya que tendría que ser traducido como “Los Grajos” ya que el símbolo de la banda es un grajo, si hubiera consultado a los fans, o jugado al videojuego no hubiera cometido ese error, pero, como esto ocurre en la última parte del libro que ya he recomendado obviar y disfrutarla en el videojuego por lo resumida que está, no es un error que se detecte durante la parte principal del libro.

Por último, el libro presenta una tapa blanda con una imagen de Jayadeep, Bharat, El Fantasma o Henry, como se quiera llamar a este gran Asesino, en la parte central como protagonista que es y detrás a ambos lados a los gemelos Frye, tal vez hubiera sido más acertado poner a Ethan Frye y Frederick Abberline, ya que tienen más protagonismo en la historia, pero la portada queda bonita con un Big Ben al fondo.

En conclusión, Assassin’s Creed Underworld es un libro para los amantes del espionaje, la infiltración y la investigación, además de tener momentos de mucha acción. Es una historia autoconclusiva, y no es necesario haber leído otras novelas para disfrutarla. Las últimas 100 páginas (la tercera parte del libro) será mejor obviarla si vas o has jugado a Assassin’s Creed Syndicate, y si no lo vas a jugar, también podrías hacerlo porque es completamente superflua al resto del libro y por su forma de contarla se hace tediosa, aunque merece la pena conocer a los gemelos Frye. Además, es la primera vez que se ve una Asesino no protagonista de los videojuegos en una novela, otra razón más para los fans de la saga para adquirirlo, y se presenta a un gran Asesino, mejor que otros muchos, y se le apreciará más que por sus apariciones en el videojuego.

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