El sujeto 4 es uno de nuestros mayores éxitos hasta la fecha. Entre los sujetos pioneros de nuestras primeras investigaciones con el Animus, el sujeto 4 tenía antepasados importantes. La exploración de su memoria genética nos permitió progresar en nuestro entendimiento del incidente de Tunguska de 1908, así como en los sucesos que llevaron a la revolución bolchevique de 1917 y, lo que es más importante, las actividades de la Hermandad de Asesinos en esos tumultosos tiempos.
Sin embargo, el sujeto 4 es mucho más que alguien que por casualidad tiene antepasados Asesinos. Se convirtió en un durmiente, y nuestro segundo agente encubierto de más éxito hasta la fecha.
Mediante diferentes técnicas de reforma del pensamiento, se implantó una falsa identidad en la mente del sujeto 4.
Los Asesinos acabaron por encontrarlo y, tal como anticipamos, casi de inmediato creyeron que era uno de ellos. Pero la parte más crucial de nuestro plan fue el deseo del sujeto de arrojar luz sobre su pasado falsificado. Para ello, se dio cuenta de que tendría que encontrar al mentor, al jefe de la Hermandad, cuya identidad era desconocida, incluso para sus propios subordinados.
En el año 2000, el sujeto 4 conoció al mentor. Cuando se cumplieron las condiciones de las órdenes que le implantamos, lo mató, lo que supuso un golpe devastador para la Hermandad. Cuando recuperamos al sujeto 4, nos desveló las ubicaciones de los campos de instrucción de Asesinos de todo el mundo, incluidos los complejos de Dakota del Sur, Arizona, Nuevo México y Texas. Con esta información, pudimos iniciar la Gran Purga.
Como conclusión, el sujeto 4, Daniel Cross, es un verdadero Héroe.