Debes haber visto a Will Turner jugando al dado mentiroso contra Davy Jones en ‘Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto’ y entonces asumirías que el juego era una obra de pura ficción. Esto, sin embargo, es una de las pocas verdades de la película.
Con orígenes sudamericanos y una serie de variantes, la jugabilidad básica es una mezcla de psicología, probabilidad, faroles descarados y una táctica, si acaso el uso ocasional de la honestidad. Así es como se jugaba…
Dos o más jugadores comienzan con cinco dados bajo una taza. Estos se agitan y se colocan hacia abajo de manera que los resultados se ocultan a los demás. El primer jugador comprueba sus dados y apuesta sobre cuantas que ofrezcan su valor están escondidas bajo las tazas sobre la mesa. El siguiente jugador puede incrementar la apuesta – por lo general, aumentando la cantidad o el valor – y el juego transcurre en el sentido de las agujas del reloj. De manera alternativa, un jugador puede confirmar que la apuesta actual es ‘Correcta‘ o llamar al apostador mentiroso.
Llegados a este punto, todos los dados son revelados y se verifica la apuesta. Si es verdadera, el acusador pierde uno de sus dados. Si el acusador está en lo cierto, el apostador pierde uno de los suyos. Y así sucesivamente hasta que solo queda un jugador. Lo divertido está en calcular las probabilidades – hay una alta probabilidad de que dos tazas del mismo tipo estén llenas, por ejemplo. También en comprender como funciona la mente de tus oponentes e influir sutilmente en las decisiones que toman.
En cualquier caso, donde hay dados hay oportunidades de juego; tal vez con participaciones que impliquen consumir alcohol de manera excesiva. Como tal, ¡El dado mentiroso es más o menos el juego perfecto para los piratas!
Traducción por José Carlos García Díaz
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