La novela gráfica de Assassin’s Creed, guionizado por Eric Corbeyran, dibujada por Djillali Defali, y coloreada por Raphael Hedon, comenzó a publicarse en Francia en 2009, poco antes del lanzamiento de Assassin’s Creed 2, y ha continuado con un nuevo tomo cada año. Por desgracia, hasta este octubre, no ha llegado a España, cuando Planeta de Agostini ha comenzado su publicación en nuestro idioma con el primer tomo denominado Assassin’s Creed 1 – Desmond.
Argumentalmente, este tomo genera un intenso debate, ya que es Oficial, pero muchos dicen que no canónico, ya que los acontecimientos relatados en él, contradicen la historia de los videojuegos, personalmente, creo que lo que ocurrió es que este cómic, al salir antes que la segunda entrega de consolas y ser desarrollado por otra filial de Ubisoft, Francia en lugar de Montreal, no se sincronizó perfectamente con lo que sería el desarrollo de siguientes juegos. Si únicamente tomamos como referencia las dos primeras entregas de videojuegos, el cómic encaja perfectamente con ellos.
En cualquier caso, el argumento de Assassin’s Creed 1 – Desmond viene a contarnos acontecimientos sucedidos antes o durante Assassin’s Creed y durante el inicio de Assassin’s Creed 2. Pero no debemos pensar que si hemos jugado a los videojuegos no debemos leer este cómic, ya que su argumento se centra en momentos que no aparecieron en las consolas.
Como el nombre del cómic nos indica, el protagonista es Desmond Miles, un joven que es secuestrado por Abstergo, una empresa multinacional, y es sometido a experimentos donde es capaz de revivir la vida de sus antepasados mediante una máquina, el Animus. En ella, se nos presenta al segundo protagonista de esta historia, Aquilus, ascendiente de Desmond, un Asesino (Hermandad que lucha en las sombras por la libertad y el libre albedrío de la gente) del siglo III. Este primer tomo se centra más en el protagonista de la actualidad más que el de la antiguedad, como indica el nombre del tomo, y cuenta sus vivencias mientras es retenido.
Un gran error argumental del cómic, es que si no has jugado a la primera entrega de Assassin’s Creed, te destriparán el final de éste. Tambíen hace un “cameo” el Sujeto 16 (Paciente 16 según el cómic) que en posteriores juegos se supo que estaba muerto, de ahí la controversia citada antes.
Visualmente observamos un dibujo que deslumbrará al lector con las escenas de acción y el exotismo de los escenarios, ya se trate de un campamento romano, de un decrépito hospital psiquiátrico o de unas misteriosas instalaciones de alta tecnología.
El colorido dado al cómic varía en función de la época que se esté relatando, lo que nos ayudará a identificarla, una idea excelente por parte del colorista, así el periodo presente en el laboratorio tendrá tintes más azulados y el pasado en el antiguo Imperio Romano más amarillentos.
La traducción se vislumbra excelente, excepto ciertos errores menores en denominaciones propias de la franquicia, como el antes citado Sujeto 16, mal transcrito Paciente 16, o el lema de los Asesinos, Nada es Verdad, Todo Está Permitido, donde se sustituyó “Verdad” por “Cierto”, errores menores que se podrían haber evitado si Ubisoft (o tal vez algún fan) hubiera supervisado la traducción.
Por último, la presentación del cómic es de lujo, con tapa dura, algo poco frecuente, y que se agradecerá para una mejor conservación del mismo.
En conclusión, Assassin’s Creed 1 – Desmond nos presenta acontecimientos no vistos en los videojuegos mediante unas imágenes espectaculares, que los fans de la franquicia agradecerán, pero los nuevos lectores no se quedarán perdidos, ya que nos presentará una historia interesante, pero que lo único que proporcionará son preguntas y más preguntas, unas pocas se resolverán en los videojuegos, pero las más importantes y transcendentes quedarán sin resolver, esperando una secuela de este cómic.