El videojuego Assassin’s Creed 2 es considerado por muchos una obra maestra, Ubisoft consiguió en 2009 superar con creces el éxito de su predecesor. Y como toda obra maestra, Assassin’s Creed 2 no se quedó ahí. Oliver Bowden se encargó de escribir la novela basada en el juego que tendría el nombre de Assassin’s Creed Renaissance.

La historia comienza con el asesinato de parte de la familia del protagonista, Ezio Auditore, un noble florentino del siglo XV. Su búsqueda de venganza le lleva a conocer el Credo de los Asesinos y su eterna lucha contra la Orden de los Caballeros Templarios, así como una serie de conspiraciones que tuvieron lugar en la Italia de la época.

Y es que la saga Assassin’s Creed se caracteriza, entre otras cosas, por su excelente rigor histórico, plasmado también en el libro. Personajes como Leonardo Da Vinci, Lorenzo di Medici o los Borgia están presentes y juegan un papel muy importante en su desarrollo.

Sin embargo, toda la historia de la actualidad que aparece en el videojuego está ausente en el libro, lo que producirá que en ciertos momentos el lector no entienda muy bien qué está pasando.

La narrativa utilizada por Bowden es sencilla, lo que adapta el libro a cualquier tipo de lector, describe minuciosamente los movimientos y actos del protagonista, lo que conseguirá que se imagine perfectamente lo que está ocurriendo tal y como si estuviéramos jugando al videojuego.

Durante los diálogos, aparecen multitud de expresiones en latín o italiano, de las que tendremos un perfecto glosario al final del libro donde se dará su traducción, tal vez si dicha traducción hubiera estado a pie de página el lector no tendría que estar tanto tiempo pasando hojas adelante y atrás.

También al final, aparece una relación de personajes, un acierto por parte del autor ya que en la historia aparecen muchos y a veces cuesta recordar quién es quién. Y la aparición de tantos personajes hace a la vez una trama intrincada y compleja que nos mantendrá en intriga mucho tiempo, pero a veces también hará la lectura un poco cuesta arriba por la cantidad de sub-tramas y relaciones entre personajes que dificultan la comprensión del conjunto general.

Por terminar, el libro presenta tapa blanda, que lo hace más manejable para su lectura en viajes, y una ilustración de portada espectacular y atrayente, que no dista mucho con lo que encontraremos dentro.

En conclusión, lo que en un inicio pudiera parecer un libro exclusivamente para fans, Oliver Bowden consigue acercarlo a todos los públicos mediante una escritura sencilla y descriptiva donde se descubrirá una historia de repleta de acción, intriga, exceso de ambición, conspiraciones y traiciones que enganchará a todo tipo de lectores.

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