La ciudad india de Calcuta es un gran centro de comercio de especias exóticas controlado por los Samutiri. La Orden ha establecido un gremio cerca de la costa para vigilar la actividad del puerto que personajes poderosos quieren controlar.
CAZADO
Manuel I de Portugal ha enviado la flota de Pedro Álvarez Cabral a Calcuta, enmascarando con su comercio de especias su verdadero propósito: sacar a los miembros de nuestro gremio que están en la ciudad.
Nuestros Hermanos nos han pedido ayuda para defenderse. El viaje será largo, pero no les dejaremos solos.
Los Hermanos en la India nos indican los almacenes y tiendas de Cabral. Los arrasamos y esperamos la reacción de Cabral.
Cabral ha pagado a muchos lugareños para que le apoyen. Les observamos luchar por apagar las llamas. Varios capitanes portugueses les gritan órdenes. Esos hombres son nuestros objetivos.
Vestidos de trabajadores, clavamos nuestras hojas envenenadas a los principales capitanes. Tras un escozor y una leve irritación, llega una agónica muerte.
Después de matar a nuestros objetivos, Cabral ha ordenado la evacuación. Sus hombres huyen a los barcos con todo lo que pueden llevar consigo. La gente de Calcuta se une a nuestra persecución, furiosa por el abuso sufrido bajo la ocupación de Cabral.
Hemos enviado a Cabral de vuelta con su rey, con solo cuatro de sus trece barcos. El interrogatorio a uno de sus capitanes ha confirmado nuestros miedos: Cabral no tiene interés alguno en el comercio, conocía la ubicación de nuestro gremio.
LA EVAPORACIÓN
Los problemas con Portugal continúan. Nuestros espías han sabido del desacuerdo de Manuel con Cabral y su inminente respuesta a nuestro desafío en Calcuta. Debemos volver para avisar a nuestros Hermanos.
Vasco de Gama navega hacia Calcuta con una flota de 800 hombres. Las consecuencias son obvias. Debemos subir a un mercante y dirigirnos a la India.
Llegamos antes que el enemigo. No hay tiempo para preparar defensas. Avisamos a los ciudadanos de que deben irse, pero muchos no escuchan.
Ayudamos a los Hermanos a vaciar el gremio. Ocultamos reliquias y documentos, y ayudamos a sus amigos y familiares a huir.
Ha llegado la flota de De Gama. Ha exigido la expulsión de los musulmanes, y sabe muy bien que su petición solo acarreará violencia.
El asalto de De Gama sobre Calcuta es imparable. Bombardea la ciudad matando a cientos de hombres, mujeres y niños. Su crueldad con los prisioneros es deplorable.
La Hermandad ha sobrevivido al ataque. Contemplamos cómo Vasco de Gama despliega a varios capitanes crueles para que controlen la ciudad.
INSIDIA
Manuel pretende reforzar su control sobre Calcuta, dejando allí algunos capitanes de De Gama para aplastar cualquier resistencia. Atacaremos a esos hombres llevando el atuendo local.
La gente de Calcuta nos proporciona de buen grado los suministros que necesitamos. Reunimos un ejército de Asesinos disfrazados.
Las tácticas que usamos contra los hombres de Cabral no valdrán ahora. Tenemos que matar a plena vista para dar ejemplo. Atacamos a los enemigos y les apuñalamos una docena de veces.
Aplicamos la crueldad de De Gama a sus propios hombres. Gritan, les hacemos sufrir. No es un trabajo agradable, pero sí necesario.
Dejamos que varios portugueses huyan en un bote. Alguien tiene que informar a su rey. Alguien debe comunicarle que aquí no es bienvenido.
Hemos ayudado a la gente de Calcuta a lograr otra victoria, pero aún se están recuperando del ataque de De Gama. Tal vez haya represalias, pero dicen que están preparados.
Hemos bloqueado los esfuerzos de Manuel por eliminar nuestra presencia en Calcuta. No hemos conseguido encontrar su fuente de información, pero sabemos que ha reforzado sus lazos con España. Nuestro enemigo fue consejero de la reina en el pasado.