Al igual que los piratas procedían de todos los rincones del mundo, estos no fueron cortados por el mismo patrón y no compartieron necesariamente las mismas motivaciones – de hecho, algunos se habrían estremecido al ser llamados piratas. Con el propósito de aclarar esto, a continuación, algunas definiciones que son correctas.
En términos generales un pirata es alguien que se dedica al robo o a la violencia en el mar. Es una profesión antigua, anterior a los acontecimientos de Assassin’s Creed IV: Black Flag durante varios cientos de años, y que continúa hasta nuestros días. Los piratas son también a veces llamados “Filibusteros”, vocablo basado en la palabra holandesa utilizada para denominar saqueo – vrijbuit. También “Rovers” o, más comúnmente, “Bucaneros”. No obstante, este último tiende a confinar su criminalidad en el Caribe.
Los “Corsarios” eran sin duda piratas en sus métodos pero, por lo general contaban con la aprobación de los gobiernos y monarcas de su patria. Los corsarios franceses arengaron a los galeones españoles a lo largo de la Edad Dorada de la Piratería, y pagaron una proporción considerable de su botín al rey de Francia. Mientras tanto, los corsarios berberiscos recorrieron el Mediterráneo en busca de tesoros y esclavos en nombre del Imperio Otomano.
Tales piratas, quienes practicaron su oficio en nombre de las autoridades superiores eran conocidos como “Corsarios”. La mayoría portaban una “Patente de Corso” que probaba su estatus oficial, lo cual significaba que podían ser tratados como prisioneros de guerra si eran capturados. Henry Morgan fue un notable corsario de la Edad de Oro – Sir Francis Drake en una época anterior también lo fue, y su éxito llevó incluso al rey de España a poner un alto precio a su cabeza.
Drake, por cierto, nació en Devon. Si eso significa que él habló con el mismo acento que Long John Silver (según lo retrató Robert Newton) sigue siendo algo desconocido, pero es una idea divertida.
Traducción por José Carlos García Díaz
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