Los turistas que visitan Jamaica aún sienten fascinación por la Gruta Verde y la cueva de Runaway. Son parte importante de la historia caribeña y el escenario ideal para las intrigas de Assassin’s Creed® IV Black Flag™.
Ya en Cuba, las cuevas de Punta del Este fueron antaño el hogar de los indios taínos y se las conoce bajo el apelativo de “Capilla Sixtina” del arte rupestre del Caribe. En la región también se encuentra la Cueva del Agua, que esconde una fabulosa piscina de agua dulce en su interior.
Las cuevas caribeñas servían de refugio a los soldados españoles que huían de los británicos poco antes de la época en que transcurre nuestra historia. Se dice que los esclavos huidos también se refugiaban en ellas de sus antiguos amos. Las pinturas en sus paredes y túneles subterráneos aportan un aire de misterio a estos lugares.
Como podéis ver, el Caribe revela historias fascinantes cuando uno se adentra en sus lugares menos conocidos. En el siglo XVIII sus tesoros más valiosos estaban aún por descubrir. En compañía de Edward Kenway, cualquier pequeño descubrimiento sugiere la existencia de algo mucho más grande.