Noble de nacimiento y de comportamiento, Robert de Sablé ascendió al puesto de gran maestre de la Orden templaria en 1191. Duró poco en el cargo, pero su influencia fue grande. Combatió junto a Ricardo Corazón de León, asedió la ciudad de Acre y rompió las filas de Saladino. Perseguido por los Asesinos durante toda su tenencia, sucumbió finalmente a manos de uno de sus miembros.