Tengo que preparar a Nueva York para el próximo desembarco enemigo. Por si no fuera suficiente trabajo, también tengo que ocuparme de los espías y traidores, que abundan en esta ciudad. Debo insistir al consejo ejecutivo provincial sobre la necesidad de formar un comité secreto encargado de buscar y procesar a los sospechosos. No hay nada peor que un enemigo oculto, ¡pues renuncia al honor y traiciona la confianza de todo un pueblo!
También me veo confrontado al extraño caso del general Lee. A pesar de todos mis esfuerzos por apaciguarlo, este oficial sigue desafiando mi autoridad.
Thomas Hickey fue ejecutado el 28 de junio.
Era uno de mis guardias. No cabe duda de que fue una pobre elección, puesto que este traidor planeaba mi asesinato.
Otro traidor, el doctor Benjamin Church. Aparte de atender mal a nuestros soldados, ¡enviaba mensajes codificados a los ingleses en los que detallaba el estado de nuestras fuerzas!