Ningún hombre desea con más sinceridad que yo que, algún día, nuestro camino nos conduzca a abolir la esclavitud.
Evidentemente, nuestro país tiene que evolucionar, paso a paso, para conseguir que desaparezcan tales prácticas.
Personalmente, pretendo que mis esclavos sean declarados hombres libres tras mi muerte.
El señor Benjamin Franklin, un hombre dotado de diversos talentos: filósofo, físico, inventor… Sus escritos a favor de la abolición de la esclavitud me han impresionado.