Madeleine de l’Isle ejerció como Maestra templaria en las colonias del sur de América. Trabajaba bajo el seudónimo de “el supervisor”. Asesinado por Aveline
Punto vista Assassin
A pesar de vivir en una época en la que las mujeres carecían de una posición social digna, Madeleine de L’Isle logró convertirse en Maestra templaria en las colonias del sur. Como podéis imaginar, una ciudadana de segunda que logra alzarse a tal alto rango en una poderosa organización requiere de engaños de primera categoría. Madeleine era una de las mejores en esto. Manipuló casi toda la vida de su hijastra y futura Asesina Aveline, envió a su madre a México como parte de su operación de tráfico de esclavos y usó a Aveline para sabotear los planes de los Asesinos cuando se unió a la Hermandad. Para sorpresa de Madeleine, Aveline aprendió mucho de su madrastra: acabó uniéndose a los templarios en una falsa ceremonia para destruir a la orden desde el interior y asesinó a su madrastra tras enterarse de las atrocidades que había cometido.
Punto vista Templario
No creo que haga falta recalcar lo difícil que es para una mujer asumir una posición de poder en la época en la que Madeleine de l’Isle era Maestra templaria. La inteligencia, elegancia y ojo para los negocios necesarios para superar esos obstáculos son asombrosos. La mayoría de los hombres dudarían en asumir tal posición, pero Madeleine no solo tuvo la agudeza de aceptar el papel legítimamente, sino que también se esforzó en mejorar la vida de los otros. En concreto, liberó a esclavos y ordenó la creación de una comunidad en Chichén Itzá donde podrían trabajar honradamente, tener una vida digna y ganarse su libertad. Madeleine estaba en el proceso de labrar un futuro mejor para las mujeres, los esclavos y la humanidad en general y le arrebataron su deseo. Una desgracia.