Haytham E. Kenway fue el primer Gran Maestre del Rito colonial de la Orden de los templarios desde 1754 hasta su muerte. Asesinado por Connor
Punto vista Assassin
Haytham Kenway tiene una historia interesante. A pesar de nacer en el seno de la Hermandad de los Asesinos, murió como Gran Maestre templario. Aunque su padre era un Asesino, acabó percatándose en su madurez de su considerable afinidad con las ideologías templarias. Creía honestamente que la raza humana necesitaba orden, sentido y guía. No obstante, bajo estas buenas intenciones, se ocultaba un corazón irracional, impulsivo y cruel. Bajo su liderazgo nació el Rito colonial, con el que se deshizo de la mayoría de la presencia Asesina en Norteamérica (los detalles se nos escapan). La furia y el rencor alimentaban cada vez más sus acciones y, en última instancia, lo llevaron a ordenar la muerte de George Washington. Por otra parte, intentó asesinar a su propio hijo, el Asesino Connor, en varias ocasiones. Finalmente, Connor mató a su padre, lo que acabó convirtiéndose en el castigo definitivo de Haytham por perder el rumbo de las ideologías que decía seguir.
Punto vista Templario
Haytham Kenway nació en la Hermandad, pero durante su madurez se convirtió en un firme seguidor de la ideología templaria. Estaba completamente convencido de que traer orden, sentido y guía era lo mejor para la humanidad a largo plazo. Por esta razón, se convirtió en Gran Maestre de las colonias. Tenía un carácter calmado, sereno, respetuoso y se mostraba razonable en todas las negociaciones, sobre todo con los nativos americanos. Aunque la mayoría los trataban como a salvajes, Haytham mostró gran compasión, los liberó de su esclavitud en varias ocasiones y entabló una relación con Kaniehti:io. El fruto de esta relación fue Connor, un Asesino que discrepaba con su padre debido a sus ideologías opuestas. Haytham se sintió traicionado por la Hermandad y, como el mayor gesto de amor, dejó atrás su diario para ayudar a Connor a entender su vida y las razones que respaldaban su decisión. También le perdonó la vida durante el combate, algo que Connor no correspondió.