César Borgia era el capitán general del ejército pontificio. Conspiró en secreto contra su padre Rodrigo (el papa Alejandro VI) para apoderarse de Roma y del resto de Italia.
Punto vista Assassin
Por si aún no te habías dado cuenta, el nombre Borgia hace saltar las alarmas inmediatamente. César Borgia poseía todos los rasgos familiares: sed de poder, violencia, malhumor y obstinación. Su linaje era la única razón que respaldaba su estatus social, aunque no sentía especial lealtad hacia la familia. Se acostó con su hermana, asesinó a su hermano y ordenó la muerte de su mejor amigo mientras escalaba posiciones para convertirse en Gran Maestre en Italia. Ninguna acción estaba fuera de los límites de César, probablemente porque estaba convencido de que estaba por encima de la muerte. Su complejo de superioridad llegaba hasta tal punto que creía que ningún hombre sería capaz de matarlo. Ezio Auditore no dudó en poner a prueba esta teoría. Para ser justos, no lo mató un hombre, sino la calle adoquinada bajo el muro de su castillo. El hombre solo dio el primer empujoncito.
Punto vista Templario
César provenía de una larga línea de deficientes líderes. Aprendió a una edad muy temprana que el poder y la corrupción iban codo con codo, por lo que resulta difícil imaginar que su liderazgo fuera diferente. Sin embargo, era mucho más inteligente de lo que se le acreditaba y acabó siendo un estratega militar brillante durante su ascenso como capitán general del ejército pontificio. César ha sido acusado de locura y de declarar que ningún mortal podía matarlo. Sin embargo, la mayoría de la gente cree que estas son las palabras de su demonio anterior. Yo me atrevo a decir que la responsable era la sífilis. Era un hombre enfermo rodeado de almas torturadas. Dudo que tuviera mucha posibilidad de elección sobre el camino que debía seguir en la vida.