Bajo la dirección del Dr. Warren Vidic, el proyecto Animus tiene su origen en el estudio de diferentes campos, como la psicología, la genética e incluso la metafísica. Como ya sabemos en Abstergo, obras otrora calificadas de herméticas y ocultistas suponían a menudo importantes avances científicos que la sociedad de la época, cegada por la superstición, no supo comprender.
La ciencia moderna nos ha permitido comprender el verdadero potencial de la “memoria genética” contenida en nuestro ADN. Gracias al Animus, ahora somos capaces de explorar plenamente las memorias genéticas de nuestros sujetos, permitiéndoles investigar su pasado, como arqueólogos que remueven piedras.
Sin embargo, no siempre ha sido así. Al principio del proyecto, dependíamos del psicoanálisis y la hipnosis, así como de una serie de compuestos químicos, para poner a nuestros sujetos en el estado de ánimo necesario, hasta llegar a veces a provocar incluso estados similares a la esquizofrenia. Por suerte, el Animus ha evolucionado con los años, y la seguridad de nuestros sujetos ha dejado de ser un problema.
Pronto, gracias a iniciativas como el proyecto Animus, los científicos dejarán de cuestionar teorías como el inconsciente colectivo de Jung, el cosmismo ruso y el campo akásico de László.