El Cofre del Hombre Muerto

Cantar canciones de marineros es una espléndida manera de pasar las horas en los largos viajes por mar, aunque las canciones en sí se suelen utilizar para acompañar las tareas arduas y repetitivas. Y, como cualquier marinero de primera te dirá, hay un montón de ellas que hacer a bordo de un barco.

Los marineros durante la Edad de Oro de la piratería no habrían cantado “salomas” como tal, ya que el término no fue inventado hasta mediados del siglo XIX. Dicho esto, lo más probable es que hubieran izado la vela mayor al tiempo que cantaban canciones populares y de trabajo de la época. En cualquier caso, las cuestiones de rigor histórico no eran de interés para Robert Louis Stevenson, quien siguió adelante e inventó una de las canciones de marineros más conocidas de todas – “El Cofre del Hombre Muerto” de su novela de 1883 “La Isla del Tesoro”.

Debe haber poca gente que no conozca esta célebre canción de mar. Sin embargo, Stevenson sólo escribió un único verso, mientras que la melodía fue proporcionada por un compositor muy diferente para una posterior producción teatral. Para refrescar la memoria, sin embargo, su estribillo inicial fue:

“Fifteen men on the dead man’s chest
Yo-ho-ho, and a bottle of rum!
Drink and the devil had done for the rest
Yo-ho-ho, and a bottle of rum!”

El periodista estadounidense Young Ewing Allison imaginó entonces una extensión más siniestra de la prosa de Stevenson en su poema de 1891 “Abandonada”, que comienza así:

Fifteen men on the Dead Man’s Chest
Drink and the devil had done for the rest
The mate was fixed by the bos’n’s pike,
The bos’n brained with a marlin spike,
And Cookey’s throat was marked belike
It had been gripped
By fingers ten;
And there they lay,
All good dead men
Like break-o’-day in a boozing-ken
Yo-ho-ho and a bottle of rum!

La canción se ha mantenido viva en otros medios desde entonces – en particular, en la película de 1954 “Regreso a la isla del tesoro” y la serie de televisión australiana “Las Aventuras de Long John Silver” hecha el mismo año (ambas protagonizadas por Robert Newton, por supuesto). Sin embargo, nuestra versión favorita proviene de la segunda película de Piratas del Caribe. ¡Adelante, señor Gibbs…!

Traducción por Hugo Ochoa Martínez
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