Criptohistoria: artefactos

Mecanismo de Anticitera

Originalmente se suponía que era un dispositivo de procesamiento analógico para determinar las posiciones futuras de los cuerpos astrales, pero los científicos de Industrias Abstergo han descubierto recientemente que el mecanismo de Anticitera es solo una pequeña parte de una herramienta mucho más grande: la llamada “máquina de predicción”. Se cree que la Primera Civilización la utilizaba para realizar previsiones de eventos futuros basadas en las probabilidades. Por ejemplo, se ha confirmado que la raza de precursores utilizó un dispositivo similar y sus habilidades precognitivas inherentes para encontrar al Sr. Desmond Miles, el sujeto 17, y ponerse en contacto con él, con fines que deben permanecer clasificados. También se conoce que, debido a la naturaleza de sus “mediciones de probabilidades cuánticas”, estas máquinas fueron tremendamente difíciles de utilizar y probablemente se necesitaron cientos o miles de pruebas para llegar a “ver” eventos futuros tan remotos.

Batería de Bagdad

Por fin se ha descubierto el secreto definitivo de la batería de Bagdad, un misterioso objeto que lleva décadas desconcertando a los científicos. Este año, los investigadores de Industrias Abstergo determinaron que antaño estas baterías contenían un elemento precursor sintético capaz de producir electricidad aprovechando la energía generada por el paso del tiempo. Extrañamente similar a lo que los físicos teóricos han denominado los “cristales del tiempo”, este material cristalino desconocido era capaz de generar minúsculas pero ilimitadas descargas energéticas trasvasando la energía del mismísimo paso del tiempo. Aunque minúscula, la electricidad resultante era probablemente suficiente para alimentar una pequeña luz LED… El resultado era una humilde pero increíblemente eficiente forma de producir luz. Hasta la fecha, no se ha hallado un “cristal del tiempo” precursor en buen estado.

Frascos de sangre

Poco se sabe de la función de estos frascos de sangre, aunque se han encontrado docenas desde que Abstergo se interesó por ellos a finales de 1980. Hasta la fecha, solo se han encontrado tres frascos con su contenido original intacto, y de estos, solo uno contenía una muestra verificada de ADN precursor. Los ejecutivos de Industrias Abstergo han mostrado un particular interés en hallar más ADN precursor y, si es posible, muestras de lo que llamamos la “Eva mitocondrial”. Aunque esto pueda parecer exagerado, tengan especial cuidado a la hora de identificar cualquier frasco que encuentren durante una reproducción de recuerdos.

Por desgracia, debido a que la vida media del ADN es de tan solo 500 años, toda muestra lo bastante antigua para pertenecer a una muestra válida (80 000 años o más) se habrá deteriorado hasta resultar inservible. Sospechamos que necesitaríamos un mínimo de 250 muestras preservadas y mucha suerte para poder secuenciar un genoma completo de precursor…, aunque la cifra real probablemente se aproxime a 500.

Cráneos de cristal

Estas antiguas herramientas se han hallado en diferentes ocasiones en supuestos yacimientos de precursores repartidos por todo el mundo. Todas son dispositivos de comunicación en cierta medida, aunque hasta la fecha solo se han descubierto tres tipos diferentes. El funcionamiento de las primeras calaveras de cristal era similar al de los teléfonos móviles de la actualidad, ya que hacían posible la comunicación multimodo entre todos los poseedores de un dispositivo. Posteriormente se descubrió una segunda calavera de cristal con una función de grabación y reproducción que permitía al usuario grabar y enviar mensajes audiovisuales a múltiples receptores con la frecuencia que quisiera. Recientemente se ha descubierto un tercer juego de calaveras de cristal que actúan como “dispositivos de monitorización”, de forma parecida a los televisores en un sistema de vigilancia con múltiples cámaras. De momento no se han encontrado las cámaras al otro lado del sistema. Se desconoce la razón por la que estos dispositivos de comunicación fueron diseñados a semejanza de esta macabra parte de la anatomía, pero no tenemos motivos para sospechar que nuestra raza precursora, por muy inteligente que fuese, no hiciera concesiones en ocasiones a la moda más estridente.

Sellos de memoria

Estos dispositivos, potentes pero de alcance limitado, fueron utilizados por la Primera Civilización para registrar breves recuerdos, que posteriormente otro usuario podía reproducir o experimentar. A juzgar por su escasez (se han encontrado o documentado menos de 40), parece que estos sellos no eran un objeto de uso común para esta raza, sino que solamente los empleaban los miembros más ricos y poderosos de su sociedad. Hasta la fecha, no se han encontrado sellos que contengan recuerdos de los precursores, y solo algunos contenían información. Se sospecha que los sellos empleados por el Asesino Altaïr Ibn-La’Ahad para transmitir recuerdos a Ezio Auditore da Firenze siguen funcionando en la actualidad, pero a fecha de hoy, su paradero es desconocido. Como dato de interés, podemos revelar que muchos de los descubrimientos iniciales de Abstergo en relación con la memoria genética proceden del estudio exhaustivo de estos artefactos, aunque la tecnología actual del Animus NO está basada en su arquitectura.

Manuscrito Voynich

Se trata de un fascinante rompecabezas aún por resolver. Estamos muy interesados en encontrar al responsable o los responsables de este espléndido y desconcertante libro. Debemos recordar a todos los investigadores asignados a sujetos europeos de los siglos XV y XVI que presten especial atención a cualquier mención de este raro y valioso objeto. Aunque las recientes dataciones por radiocarbono indican que fue escrito alrededor de 1405, Industrias Abstergo ha descubierto información sumamente confidencial que contradice esta teoría. Uno de los sujetos más interesantes para nosotros a este respecto es el filósofo inglés Roger Bacon.

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